TECNOLOGINITIS

¿Alguna vez sentiste que tu teléfono te controla más de lo que vos a él? ¿Que las notificaciones gobiernan tu día, que las pantallas te roban horas de sueño y que, a veces, el mundo real parece un escenario secundario? No sos el único.
En esta era de conexión permanente, estamos más desconectados que nunca. Nos llaman «usuarios», pero en realidad somos usados. Compartimos, likeamos y scrolleamos sin pausa, pero ¿cuánto de eso realmente nos suma? La tecnología prometió acercarnos, y sin embargo, muchos caminamos por la vida como zombis digitales: miradas bajas, pulgares veloces y corazones distraídos.
Este no es otro libro que demoniza los celulares o te pide que tires tu notebook por la ventana. Es una mirada honesta (a veces incómoda, a veces graciosa) sobre cómo dejamos que lo digital nos consuma la atención, la paciencia y hasta las ganas de aburrirnos. Pero también es una hoja de ruta para recuperar lo esencial: esa parte humana que no necesita batería ni WiFi para conectar.
Miguel Cané —ingeniero reconvertido en defensor de la desconexión— no te dará sermones. Te mostrará cómo la tecnología nos secuestra con algoritmos disfrazados de ayuda, y sobre todo, te recordará que la vida ocurre donde no hay señal.